Dalí y Lacan.

02.10.2019

Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech nace el 11 de mayo de 1904, Figueras, España. Fue uno de los artistas mas reconocidos en la historia del surrealismo y destacable por sus obras como: ''La Persistencia de la Memoria'' (1931), ''La Tentación de San Antonio'' (1946), ''Niño geopolítico observando el nacimiento del nuevo hombre'' (1943), entre otras. A pesar de haber sido un personaje enteramente popular durante su época, de igual forma estuvo rodeado de contemporáneos con los que mantuvo un lazo de amistad y un diálogo frecuente en cierto tiempo, siendo uno de ellos el antes psiquiatra y después psicoanalista francés, Jacques Lacan.
Existen diversas fuentes en donde se hace mención de un libro titulado ''Confesiones Inconfesables'', y que en dicho texto, existe una narración de Dalí expuesta en letras, cuyas palabras fueron escritas por el pintor, evidenciando un primer contacto en una llamada telefónica con Lacan.

«Una llamada telefónica distrajo al joven Dalí. Tenía treinta y tres años y había llegado a París. Su método de trabajo que él llamó paranoico crítico, lo publicó en una revista que condensaba en sus páginas al movimiento surrealista llamada Minotaure. Allí escribían jóvenes amigos y colegas con sus mismas inquietudes. Su artículo se llamaba "Mecanismo interno de la actividad paranoica".

- Hola, ¿monsieur Dalí?

- Sí, él habla.

- Monsieur Dalí, habla el doctor Jacques Lacan.

- Ah! Encantado Monsieur Lacan, he oído hablar de usted.

- ¿Sí?... Lo llamo para felicitarlo por su artículo publicado en Minotaure, estoy asombrado ante la exactitud de su conocimiento científico en esta materia y en la que generalmente no se la comprende lo suficiente...

- Muchísimas gracias! Es un verdadero halago para mí...

- Sí, a decir verdad me encantaría verlo para continuar discutiendo con usted toda esta cuestión.

- Bien, muy bien... ¿qué le parece hoy mismo, por la tarde en mi estudio de la calle Gauguet?...

- Allí estaré, replicó rápida y afablemente, Jacques Lacan.»

No obstante, en dicho libro, aparece un apartado en donde Dalí redacta una admiración hacía Lacan respecto a su tesis, empalmando sus ideas con base a la tesis doctoral de Lacan...

«CÓMO DEVENIR PARANOICO-CRITICO. 

Soy un delirio viviente y controlado. Yo soy porque deliro, y deliro porque soy. La paranoia es mi misma persona, pero dominada y exaltada a la vez por mi consciencia de ser. Mi genio reside en esta doble realidad de mi personalidad; este maridaje al más alto nivel de la inteligencia crítica y de su contrario irracional y dinámico. Derribo todas las fronteras y determino continuamente nuevas estructuras de pensar. Mucho antes de haber leído, en 1933, la admirable tesis de Jacques Lacan (De la psychose paranoiaque dans ses rapports avec la personnalité), tenía perfecta consciencia de cuál era mi fuerza. Gala me había exorcizado, pero la intuición profunda de mi calidad genial estaba ya presente desde siempre en mi espíritu y en primer lugar en mi obra. Lacan ilustró científicamente un fenómeno oscuro para la mayor parte de nuestros contemporáneos -la expresión paranoia- y lo definió de manera exacta. La psiquiatría, antes de Lacan, cometía un burdo error a este respecto: pretendía que la sistematización del delirio paranoico se elaboraba «después» y que este fenómeno debía ser considerado como un caso de «locura razonante». Lacan demostró lo contrario: el delirio es una sistematización en sí mismo. Nace sistemático, elemento activo decidido a orientar la realidad alrededor de su línea dominante. Es lo contrario de un sueño o de un pasivo automatismo frente al movimiento de la vida. El delirio paranoico se afirma y conquista. Es la acción surrealista lo que trasvasa el sueño y el automatismo a lo concreto; el delirio paranoico es la misma esencia surrealista y se basta con su fuerza. Me ha bastado con organizar la conquista de lo irracional de acuerdo con mi don genial. En todos mis pensamientos y en todos mis actos siempre voy al meollo del problema. Todo lo que aterroriza a los otros, a mí me exalta; los miedos y los fantasmas de lo común, cuidadosamente reprimidos en los demás, son otras tantas fuentes vivas para mi inteligencia crítica, pero si hubiera alguien que creyese poder analizar la complejidad de mis intenciones y de mis motivaciones, sería mucho más loco que yo. ¡Yo, que aun viviéndolas estoy lejos de comprenderlas del todo! Lo irracional felizmente está en mis obras. Y éstas, sometidas al examen más objetivo, pueden manifestar unas verdades que yo extraigo de las profundidades.»

Salvador Dalí fallece el 23 de enero de 1989, en el mismo lugar en el que nació, Figueras, España; a causa de una insuficiencia respiratoria.

Escrito por: Erick Argueta.

Fragmentos extraídos de: ''Obra Completa. Vol. I y Vol. II. Textos autobiográficos. Fundación Gala Salvador Dalí. España'' & ''Confesiones inconfesables''.

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar