«UN ENFRENTAMIENTO DE TINTES HAMLETIANOS

26.09.2019

Sabemos que Margaret Little estaba totalmente impregnada de su transferencia con Donald Winnicott, sin embargo desde una opinión muy personal no puedo negar que Margaret Little tuvo varios puntos importantes sobre la transferencia, una mención importante que quisiera resaltar es que el analista no puede tener un entendimiento total sobre su analizante, esto me hace pensar en qué punto puede surgir la angustia como contratransferencia durante el análisis como menciona Lucia Tower, esto solo sería poner un granito de arena en todo lo que podría significar esta angustia dentro del dispositivo analítico, siendo importante en cuanto a que no hay un analista lo suficientemente analizado para no generar estas emociones durante el mismo, pero en realidad, ¿quién podría pensar que esto es dentro de la práctica analítica algo posible?, bueno, si sabemos muy bien quienes, pero también sabemos las consecuencias de creer que él analista no debe sentir nada y tener un control total al momento de su práctica.

En este punto de la historia es un misterio el manejo de la contratransferencia y transferencia entre analista y analizante, la división y el límite de responsabilidad, sobre todo el equilibrio justo, son totalmente lógicas las diferencias y este debate de la razón, el movimiento histórico que causaron los distintos personajes que menciona Leff, también tomando en cuenta el origen distinto de sus escuelas; en cuanto Lacan y Granoff ambos generaron puntos de vista de forma muy enriquecedora a este tema, de los cuales sin duda nos podemos hoy en día plantear para llevar un paso más allá en nuestra lectura.

Siguiendo los puntos lógicos de Lacan, regresando a la actualidad, quisiera dejar dos preguntas abiertas para ustedes, al fin de análisis, ¿la transferencia debería caer como deshecho al mismo tiempo que tu analista?, siendo así que pasa como analista, en contratransferencia, ¿Qué sería lo que tendría que caer y en qué momento?»

Escrito por: Mariana Rodríguez.

Pintura: Los sepultureros exhuman el cráneo de Yorick el bufón, por Eugène Delacroix (c. 1839).

Extraído de las notas de lectura del archivo de Campo de La Letra referente al libro «Juntos en la Chimenea. La Contratransferencia, Las "Mujeres Analistas" y Lacan» de Gloria Leff.

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